CONFLICTOS

Resolver conflictos es una tarea complicada que los profesores tienen que atender dentro del aula, pero también me pregunto hasta que punto tal responsabilidad debe abarcar. Sabemos que el centro escolar tiene la función de compensar desigualdades que vienen del exterior, desigualdades de todo tipo y en ese caso, la tranquilidad de un estudiante puede ser más o menos deseable en dependencia del entorno del que proviene.

Es una cuestión muy importante, porque mediante su respuesta puedo plantearme los límites de actuación como futuro docente en caso de conflictos. La pregunta esencial detrás de todo esto es que tipo de conflictos debe dirimir el docente.

Imaginemos entornos desfavorables marcados por una alta incidencia de la pobreza y eso suele traducirse en mayores índices de criminalidad, inseguridad ciudadana, familias con más problemas y con mayor ocasión a los conflictos.

En ese caso, en ese entorno desfavorable podemos tener estudiantes que vengan con conflictos que no se han originado en el entorno de convivencia escolar, sino que también es común que se manifiesten conflictos relacionados con la familia, con amigos ajenos al centro, bandas, drogas, peleas y un largo etcétera que puede seguir alargando la lista de factores negativos que pueden afectar al estudiante.

Y en ese punto es que considero que el docente no puede hacer nada por sí solo, sino que es el centro en su conjunto que debe actuar para resolver y eliminar todas aquellas dificultades que obstaculicen el pleno desarrollo del estudiante, aunque tales dificultades vengan del exterior. El centro escolar juega un papel esencial en la comunidad, en este caso ya no hay microresponsabilidades, sino más bien que son macroresponsabilidades (haciendo alusión a la economía, jajajajaj) que el centro debe plantearse como objetivo