¿ORIENTAR MEJOR LA EDUCACIÓN HACIA EL EMPLEO?


 De primeras es una excelente pregunta y parece mucho mejor a modo de propuesta, pero ¿Deberíamos orientar el sistema educativo hacia el actual mercado laboral español? 

Como economista la noción básica y liberal del trabajo es que se desarrolla en un mercado donde confluyen oferentes y demandantes y que únicamente estos dos agentes deben influir para determinar el mercado.

Sucede que el actual mercado laboral español está marcado por muchas deficiencias estructurales que no lo colocan como un mercado laboral adecuado para el trabajador, principalmente joven.

Creo que el sistema educativo, al menos en sus etapas más superiores,  realmente está adaptado para la preparación esquemática del estudiante como activo destinado a ser productivo para el sistema y no más. Se puede partir de la base de que muchos estudiantes eligen su campo de formación condicionado a las salidas laborales y en definitiva esto puede ser modulable por la capacidad económica de la familia de la cual se proviene.

En un estudio realizado por UNITOUR en 2019 mostraba que el 27% de los estudiantes de bachillerato se proponían prepararse para las oposiciones para ser funcionarios, el año anterior el 26% y en 2017 el 24%. En León, Valladolid, Logroño, Murcia y Córdoba el porcentaje era igual o superior al 30%. Lo importante de este hecho es que el mercado laboral en el sector privado no es atractivo, es inseguro y desilusionante cada vez más para los jóvenes.

Somos el segmento de población por edad con mayor tasa de paro y no creo que sea por falta de preparación de la juventud o porque no queramos trabajar ¡NO! Las razones son la dificultad para encontrar un trabajo adaptado a nuestras capacidades, con seguridad a largo plazo, con condiciones salariales dignas y con facilidades para conciliar el trabajo con el resto de nuestra vida.

En resumen, lo que quiero decir son dos cosas básicamente: la primera que el sistema educativo actual está lo suficientemente modelado para preparar a los estudiantes en máquinas de producción, y la segunda es que el mercado laboral no es el idóneo para los jóvenes. Una vez dichas estas dos cuestiones me pregunto ¿Debemos realmente seguir impulsando la adaptación del sistema educativo a un mercado laboral precario? ¿Hasta que punto el sistema educativo debe ser adaptado a las exigencias del mercado laboral desde una visión de rentabilidad o debería primar una visión más humanista?

Comentarios

  1. Totalmente de acuerdo. Da gusto leer a economistas hablando de visión humanista en estos tiempos.

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    1. Gracias por leerme :)
      El humanismo es lo que toca en estos tiempos, la era de la rentabilidad y las estadística ya pasó.

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