(PERSONAL) LA ECONOMÍA DEL TODO


Escribo esta entrada como advertencia. Todo lo que vas a encontrar aquí (o casi todo) tiene una perspectiva económica, y es que al fin y al cabo, creo que soy economista y la misión es la de ver la perspectiva económica a todo lo que se cruce.

Hay que ser claros, el dinero es una de las motivaciones más comunes detrás de la acción humana. El trabajo, la educación, la política, el comercio, el ocio, las relaciones interpersonales, la religión y casi todo lo que podamos imaginar tiene un aspecto economicista para analizar. El fin último de las acciones humanas se dice que es la comodidad, el bienestar y con ello la felicidad, pero en algunos aspectos creo que esto no se cumple y es donde el fin último es a la vez una motivación económica. Un ejemplo de ello es que hay personas en este mundo que acumulan más dinero del que pueden gastar en toda su vida por mucho que lo intenten, el objetivo de esas personas no es el bienestar propio y de los suyos, sino que se ven impulsados únicamente por la avaricia del acaparamiento.

LA ECONOMÍA ES GLOBAL

Esta es una de las razones por las que decidí estudiar Economía. Es una "ciencia" que brinda herramientas para entender el mundo desde una perspectiva global, ofrece una visión general del entorno capaz de hacerte entender como se relacionan los grandes conglomerados. Como escribí en un post anterior, sabemos un poco de todo, aunque no nos especializamos en nada.

LA ECONOMÍA ES DINÁMICA


Si la Economía ayuda a entender el mundo en el que vivo, la Economía tiene que ser tan cambiante como este. A lo largo de las décadas de la historia reciente, la Economía se ha enseñado de diferentes maneras según el devenir ideológico imperante en el mundo. Ahora creo que estamos en una etapa en la que se enseña una economía eminentemente capitalista y liberal, es una trasposición de las políticas económicas al currículum educativo.

Me imagino lo interesante que debía ser estudiar Economía en la postguerra, una época en donde el mundo buscaba el bienestar de sus ciudadanos devastados y la política económica no se basaba ampliamente en la especulación financiera, engañosa e improductiva. En este época el mundo vivía el enfrentamiento de dos bloques ideológicos y es posible que fuera más emocionante aprender la ciencia económica en un ambiente en donde se contraponían dos corrientes económicas diferentes, establecer comparaciones y conocer teóricamente más de un modelo económico más allá del dogma del libre mercado.

Ahora estamos en una época de transición. La desigualdad mundial manifestada extremadamente en la existencia de los ultra multimillonarios, gigantes empresariales con suficiente capacidad para decidir sobre el futuro de países enteros, la evolución tecnológica, el cambio climático y agotamiento y destrucción de recursos naturales esenciales para la vida, el surgimiento de nuevas potencias mundiales de otra esfera ideológica; son todos estos elementos que vienen marcando un cambio en las políticas económicas a nivel mundial. 

El destino de nuestros recursos naturales no puede dejarse en manos de empresas privadas si queremos sobrevivir otro siglo, la desigualdad no puede seguir acentuándose si queremos mantener la paz, la apertura a nuevos mercados y sociedades debe permitirse si queremos conservar nuestro bienestar. Para todo esto se hace necesaria la intervención estatal en los mercados, no podemos dejar el futuro en manos de la especulación, la distribución de la riqueza debe ser una prioridad. La época del crecimiento infinito está llegando a su fin, un planeta finito no puede ofrecernos crecimiento económico infinito. El actual problema del mundo no es de escasez, sino de distribución.

LA ECONOMÍA ES IMPRECISA


No todo iban a ser loas a la Economía, jajajajaja. La Economía como cualquier ciencia social carece de exactitud en muchos aspectos. Intentamos predecir el futuro a corto plazo, algunos valientes a largo. Sin embargo estamos tratando con sociedades humanas, impredecibles y con una fuerte impulsividad y a veces causa sorpresa su comportamiento. Por muchas variables que introduzcamos en nuestro modelo, es imposible determinar lo que vendrá. 
La Economía comete errores y esos errores se pagan con pobreza, desempleo, hambre y todo tipo de carencias en ciertos segmentos de la sociedad cuando son aplicadas por autoridades económicas. La ciencia económica es responsable de muchas miserias humanas y de muchas guerras.

Es por ello que la Economía también debería ser HUMANISTA. Una Economía humanista se preocupa por el bienestar de sus ciudadanos y no por los países, se enfoca en el desarrollo humano y no en el crecimiento económico, se ocupa de un uso racional de los recursos y no por los objetivos de rentabilidad. En esta época es cuando hay que salvar a la humanidad de sí misma y la Economía, junto con otras ciencias, tiene que hacer su parte.

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